Mamá a jornada completa

Hace un tiempo, a los pocos meses de nacer David,  en una conversación que mantuve con otras dos mamás trabajadoras, una le explicaba a la otra mi situación actual , diciéndole que yo era mamá a tiempo completo.

En principio, la conversación no habría tenido nada de malo, si de lo que se trataba era de contar la situación de cada una. Pero no era eso, ya que con su tonillo condescendiente y sus sonrisitas “compasivas” me estaban dando a entender que yo era alguien merecedora de lástima por dedicarme en exclusiva a cuidar a mi hijo.
La verdad es que, en ese momento de mi vida, inmersa como estaba en el puerperio, con las hormonas revolucionadas, muerta de sueño y con un pequeñin que me reclamaba constantemente, me hicieron sentir realmente mal. Pero poco a poco, conforme fué pasando el tiempo y me fuí reafirmando en mi condición de madre, esa sensación de ser “menos que nadie” fue dando paso a una profunda indignación.

Y es que aún me sigo preguntando porqué a las madres que tomamos la decisión de dejar de trabajar para criar a nuestros hijos se nos trata como a mujeres “de segunda”. Ni porqué algunas madres que han decidido seguir con su trabajo piensan que las que decidimos esto lo hacemos por comodidad,  por falta de inquietudes o por falta de capacitación.

Porque, si yo no critico la decisión o la necesidad de algunas de mantener su trabajo después de ser madre, se tiene que poner en tela de juicio mi decisión de no hacerlo?
Hoy por hoy, con las ideas bastante mas claras y las hormonas mas en su sitio, creo que ninguna de las dos opciones es criticable, puesto que cada una sabemos lo que es mejor para nosotras y para nuestra familia. Y que flaco favor nos estamos haciendo enredándonos en estas batallas absurdas.

En mi caso, el dedicarme a criar a David a tiempo completo ha sido la mejor decisión que he podido tomar. Me está permitiendo disfrutar de el al máximo.

Y, a raiz de su nacimiento, he descubierto que mi verdadera vocación es, en primer lugar, ser madre, y en segundo, leer y formarme para ayudar a otras madres a vivir su maternidad de una manera mas consciente.
Así que, en contra de algunas opiniones, claro que tengo inquietudes!!! solo que no están orientadas hacia el mundo laboral…
Así que quien quiera tratarme como una “maruja” por ello, que lo haga. Yo voy a seguir siendo mamá a jornada completa todo el tiempo que mi economía lo permita.
Y con la cabeza bien alta!!

La entrada Mamá a jornada completa se publicó primero en Creciendo con David.

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